miércoles, 26 de septiembre de 2007

Devocionales



Joyas: Las joyas, en sí mismas, no tienen valor a menos que sean traídas a la luz. Colocadas en ciertas posiciones, reflejarán la belleza del sol. De otra forma, en ellas no hay belleza alguna.

El diamante que es llevado a la oscura galería o a la profunda mina subterránea no muestra ninguna belleza. ¿Qué es ella sino un pedazo de carbón, un poco de carbono común, a menos que ella se convierta en un medio para reflejar la luz? Así sucede también con las otras piedras preciosas.

Sus variados tonos no son nada sin la luz. Cuantos más lados tengan, reflejan más luz y exhiben más belleza. Si cogemos un diamante en bruto, veremos que no hay brillo en él. En su estado natural él no refleja luz alguna.

Así somos nosotros en un estado natural, de ninguna utilidad, hasta que Dios comienza a brillar sobre nosotros. La luz que existe en un diamante no es su propia posesión: es la belleza del sol.

¿Qué belleza existe en un hijo de Dios? Solamente la belleza de Jesús. Nosotros somos su pueblo especial, escogido para manifestar las virtudes de Aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable.

Qué podamos reflejar, hoy, Su luz y Su amor.

Salmos 97:11 "Luz está sembrada para el justo, Y alegría para los rectos de corazón."


Salmos 27:1 "Jesus es mi luz y mi salvación: ¿de quién temeré? El es la fortaleza de mi vida: ¿de quién he de atemorizarme?"


Proverbios 4:18 "Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, Que va en aumento hasta que el día es perfecto."


En su Tiempo: Un padre fue a inscribir a su hijo en una bien conocida universidad. Al leer el plan de estudios de la institución
preguntó al Director:

– "¿Tiene que tomar todos estos cursos mi hijo? ¿No puede usted reducirlos un poco? Él quiere terminar pronto".

Y el Director respondió:

––"Por supuesto que puede tomar un curso corto, pero todo depende de lo que él quiera llegar a ser.

Cuando Dios quiere hacer un roble, lo hace en veinte años; pero, en cambio, sólo necesita dos meses para hacer una calabaza".

Deuteronomio 11:14 "Yo daré la lluvia de vuestra tierra en su tiempo, la temprana y la tardía; y cogerás tu grano, y tu vino, y tu aceite."


Lucas 21:19 "En vuestra paciencia poseeréis vuestras almas."


Salmos 1:3 "Y será como el árbol plantado junto á arroyos de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará."


Nueva Vida: Según la revista «Quote», los buitres y los colibríes vuelan sobre el desierto.

La única cosa que los buitres «ven» es carne podrida porque es lo que andan buscando.
A los buitres le encanta este tipo de dieta.
Pero los colibríes ignoran el olor de carne muerta. En vez de esto, ellos buscan las
flores llenas de color de las plantas del desierto.

Los buitres viven de la vida que era. Ellos viven del pasado, se llenan con
lo muerto y con cosas que ya pasaron.
Pero los colibríes viven de cosas del presente. Ellos buscan nueva vida. Se llenan
de cosas frescas y cosas que tienen vida.

Cada pájaro encuentra lo que anda buscando. Así es también con nosotros los cristianos.

2 Corintios 5:17 "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas."


Isaías 44:3 "Porque yo derramaré aguas sobre el secadal, y ríos sobre la tierra árida: mi
espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos"


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